La rodilla del corredor,
condición que se conoce a nivel médico como síndrome de la cintilla iliotibial,
es una lesión frecuente entre los corredores y ciclistas. Correr sobre
superficies duras y los trastornos en la pisada, especialmente en el caso de
los corredores supinadores, parecen ser las causas que con más frecuencia
desencadenan esta condición.
Entender por qué se presenta la
rodilla del corredor y cuáles son los principales factores de riesgo que
ocasionan esta lesión, es básico para intentar evitarla.
En este artículo, abordaremos
todos estos puntos para que puedas identificar esta condición.
Causas de la rodilla del corredor
La rodilla del corredor es,
básicamente, una tendinitis de la banda iliotibial, que forma parte del músculo
tensor de la fascia lata, es decir, es la porción tendinosa del músculo que
recorre la parte exterior de la pierna y que conecta la pelvis con la rodilla.
Se inflama por el roce de la cintilla iliotibial con el epicóndilo externo del
fémur. Al inflamarse, se produce el síndrome de la cintilla iliotibial.
Las causas de este síndrome
pueden ser variadas y existen varios puntos que pueden influir en su
desarrollo. Pero, ¿Cuáles son las causas más comunes?
Correr en superficies duras o con
pendiente
Las superficies duras o con pendiente hacen que el impacto en la rodilla sea mucho mayor, por lo que los riesgos de padecer rodilla del corredor también son más elevados y se incrementan si no contamos con la amortiguación adecuada.
Zancada demasiado larga
Este movimiento de repetición suele presentarse en aquellos corredores con una zancada muy larga.
Incrementar el entrenamiento de
forma brusca
Es importante aumentar el entrenamiento de forma paulatina, es decir, de forma lenta y gradual para evitar daños. Incrementar la cantidad de tiempo que entrenamos o la intensidad de manera repentina puede dar lugar a lesiones en las articulaciones, incluyendo el síndrome de la cintilla iliotibial.
Modificar la técnica al correr
Al modificar la técnica a la hora de correr, introducimos unos parámetros nuevos que el cuerpo no reconoce. Unas zapatillas nuevas o cualquier otra alteración que se realice de forma repentina pueden dañar tu rodilla.
Sufrir de ciertas condiciones
Tener ciertas deformaciones leves
en los pies y en las piernas puede ocasionar un dolor de rodilla intenso. El
pie calcáreo valgo o el genu varo, por ejemplo, son dos condiciones que pueden
provocar esta lesión.
Genu varo: conocido también como piernas de arco, es una curvatura hacia fuera de las rodillas. En este caso, los pies y los tobillos se tocan entre sí.
Síntomas de la rodilla del
corredor
El principal síntoma de la
rodilla del corredor es el dolor en la zona externa de la rodilla. Suele
aparecer al iniciar la actividad física o al bajar y subir escaleras.
Se caracteriza por ser un dolor
progresivo y punzante. Además, el dolor suele remitir al acabar la actividad
física y se incrementa al subir pendientes o dar grandes zancadas.
Cómo aliviar la rodilla del corredor
Evita la actividad física
Es fundamental dejar totalmente
la actividad física, especialmente correr o hacer ciclismo, hasta ver a un
profesional que pueda diagnosticar tu caso. De lo contrario, corres el riesgo
de que la lesión empeore hasta no corregir la causa que ocasiona el problema.
Los estiramientos preparan al
músculo antes de la práctica de ejercicio para poder llevar a cabo un correcto
desarrollo. Al estirar y tensar los músculos (ya sea un grupo muscular o uno en
concreto) los estamos preparando para el esfuerzo físico al que se someterán
después. Además, a través de los estiramientos logramos aumentar la
flexibilidad, lo que resulta importante de cara a evitar lesiones. Esto se debe
a que un músculo flexible siempre será más resistente a un trabajo posterior.
Aplicar frío en la parte externa
de la rodilla para reducir la inflamación
El frío es un gran aliado para aliviar la inflamación y disminuir las molestias ocasionadas por esta lesión.
Al aplicar frío en la piel, es importante que nunca lo hagas directamente. Si decides colocar hielo en la zona, envuélvelo con un paño antes. Además, es básico que no mantengas el hielo más de 20 minutos en periodos alternos de dos horas.
A pesar de que podemos aliviar el dolor del síndrome de la rodilla del corredor en casa, la mejor forma de solucionarlo es visitando a un Fisioterapeuta. El será capaz de diagnosticar con precisión el problema y sabrá cuál es el origen del dolor.
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